domingo, 28 de octubre de 2012

A propósito del estudio de la Universidad de Oxford de 2011 contra la custodia compartida. (y sobre otras falacias)



A propósito del estudio de la Universidad de Oxford de 2011 contra la custodia compartida.
(y sobre otras falacias)
I.- Introducción
Se ha publicado recientemente el estudio realizado por el Departamento de Política Social y Intervención Universidad de Oxford de 2011 (Caring for children after parental separation: would legislation for shared parenting time help children?), con el apoyo de la Fundación Nuffield, reconocida en el Reino Unido como una de las Fundaciones más radicales en la defensa de los derechos de los niños y las mujeres (cristianos fundamentalistas y radicales), estudio en el que han participado incluso conocidas profesionales asociadas al feminismo ultraconservador español en los ámbitos jurídicos y universitarios. Lo primero que nos llama la atención es comprobar cómo estos grupos ideológicos se ponen en marcha en aquellos países en los que se comienzan a debatir sobre la custodia compartida, tal como está ocurriendo en Inglaterra y Gales a propósito de una iniciativa legislativa de enero de 2011 de imponer la custodia compartida de los hijos por ley, en desarrollo de la ley de los niños (la llaman ahora de la infancia) de 1989.

Al igual que pasó en Francia a finales de los noventa, cuando se debatía en torno a la ley de custodia alterna, aprobada finalmente en marzo de 2002 (Ley de Ségolène Royal), se movilizaron asociaciones del ámbito de la psicología y de la abogacía que veían cómo su futuro como profesionales se ponía en peligro, ante la posibilidad de perder el 75% de sus pacientes y clientes. Éstos, eran personas que habían pasado por un proceso de separación o divorcio, consistentes en padres que habían perdido el contacto con sus hijos, o falsamente denunciados por abusos y/o maltrato doméstico, madres abandonadas, que tras el divorcio, no superaban el abandono de su esposo, y menores a los que el divorcio de sus progenitores les habían destrozado emocionalmente o sufrían interferencias parentales, (SAP e inducción de falsa memoria). Ante la alarma que representaba la posibilidad de la desaparición de todo este volumen de trabajo en el que sustentaban no sólo los servicios privados profesionales, sino de aquellos profesionales que trabajaban en servicios públicos creados en su día para ello, y que veían la posibilidad de perder su puesto de trabajo, y sobre todo, que el que se aprobasen leyes que resolvieran los problemas de raíz, se movilizaron no sólo organizaciones de mujeres feministas, sino que a ello, se sumaron, organizaciones profesionales, colegios profesionales, departamento universitarios, instituciones públicas y privadas, e incluso eclesiásticas, en los que parte de sus recursos económicos se sustentaban en todo el negocio que genera la industria de los conflictos familiares.
                Así, se entiende que organizaciones feministas de izquierda, se ponen de acuerdo con  organizaciones de mujeres conservadoras e incluso con organizaciones tan patriarcales como son los colegios profesionales, con universidades que viven de hacer estudios sobre conflictos familiares, o incluso con organizaciones religiosas tradicionales en una idea común: la nocividad de la custodia compartida de los hijos tras el divorcio.
                Basta comprobar con no poco asombro, que la propia fundación que ha fomentado y financiado el estudio reciente de la Universidad de Oxford, se opone a que existan mecanismos de resolución pacífica de conflictos familiares donde las partes en conflicto partan de los mismos derechos, ya que ello, daría al traste con el actual medio de vida de sus miembros.
                Por ello, no es de extrañar que ahora que en Inglaterra y Gales (que no en el Reino Unido) se intenta cambiar la ley y los derechos de los hijos a ser cuidados por ambos progenitores tras del divorcio de éstos, surjan estudios como el de la Universidad de Oxford.
                Sólo para que el lector o lectora reflexione:
¿por qué no existe ni un solo estudio en Inglaterra y Gales sobre la nocividad de la custodia compartida antes del anuncio del cambio legislativo al igual que ha pasado en otros países antes?
                Pues lo mismo ocurre en España, sino al tiempo.
Dentro de muy poco, empezarán a aparecer supuestos estudios supuestamente científicos contra la custodia compartida, ignorando los existentes sobre la bondad del cuidado de los hijos por parte de ambos progenitores.
II.- Variables falaces de los estudios sobre la nocividad de la custodia compartida.
                Ya en otro artículo anterior hice referencia a que todos los estudios o supuestos estudios que existen en el mundo sobre la nocividad de la custodia compartida, es más que curioso que, todos tengan elementos comunes que nos hacen pensar que algo falla en estos estudios o que, simplemente están manipulados y son simplemente falsos.
Variables que hacen dudar de la fiabilidad y veracidad de los estudios contrarios a la custodia compartida:
1º.- No hay  un solo estudio donde existan más de 100 familias estudiadas (por ejemplo los citados como referencias en el estudio de la U. de Oxford. Basta comprobarlo).
2º.-En todos los estudios, en la variable de las muestras de familias se oculta que el hecho que los padres que pedían la custodia compartida o corresponsabilidad parental, eran en una inmensa mayoría padres que no se les había dejado tener contacto con sus hijos de forma previa al estudio.
3º.- Se introducen, en casi todos los estudios  (pocos, pero relevantes de cara a las conclusiones), casos de familias que han vivido casos de abusos y violencia intrafamiliar, confundiendo los resultados, ya que se entiende que las personas abusadoras son las que piden la custodia compartida.
4º.- Se oculta el hecho de que no estudian familias con custodia compartida, sino familias desestructuradas con proyecto de custodia compartida. Esto es, se presuponen los resultados (¿Cómo puede estudiarse una realidad inexistente al tiempo del estudio?)
5º.- Se parten de premisas de tipo ideológico sin fundamento científico alguno, siendo así que los supuestos estudios contratados y pagados por grupos de feministas radicales de izquierda consideran que la custodia compartida es la extensión de la estructura patriarcal que es la pareja (heterosexual) y las asociaciones religiosas o más tradicionales y radicales, consideran que el rol materno es cuidar de los niños, y el rol paterno el de proveer recursos a los hijos.
6º.- En todos los estudios se confunde cantidad con calidad de tiempo que se pasan con los hijos. Utilizan el concepto ya superado que la calidad del tiempo que se pasa con los hijos es más importante que la cantidad de tiempo que se pasa con ellos (léanse los estudios sobre abandono temporal, espacial y emocional de los hijos en familias monomarentales existentes).
7º.- Se oculta a propósito que lo que desestabiliza a los menores es el conflicto y la lucha por la custodia compartida, y no el reparto de las responsabilidades o el reparto de los tiempos y espacios de cuidado y crianza.
8º.- Se omiten a propósito la existencia de cientos de estudios científicos existentes sobre la nocividad de la custodia monoparental en el normal desarrollo de los hijos. Se omiten a propósito que la monomarentalidad es la causa número uno en todos los países pobres y ricos, de la exclusión social y la pobreza (Estudio sobre pobreza infantil en España Unicef 2012).
III.- Premisas falaces de los estudios sobre nocividad de la Custodia Compartida.
Veamos ahora las mentiras que sustentan estos estudios:
1º. Si no hay dialogo previo o buenas relaciones previas entre la pareja, no es posible la custodia compartida (¿buenas relaciones en un divorcio?).
2º.- Las madres que piden la custodia compartida son unas abusadoras de sus hijos o incluso maltratadoras de sus maridos. (parece absurdo este argumento, pero si cambiamos madres por padres y maridos por esposas, es la premisa que se usa).
3º.- Los padres que no quieren ni piden la custodia compartida de los hijos son los mejores padres.  Esto es, los papas que abandonan o no tienen contacto con sus hijos son los mejores padres.
4º.- La custodia compartida dispara los problemas en los servicios sociales (se oculta que es la resistencia a ella por parte de las madres, la que dispara el nivel de conflictos).
Véase los datos del resultado de las leyes de custodia compartida en Australia, que a raíz de su aprobación, se dispararon en un 72% las denuncias por abusos, pero SOLO CONTRA PADRES QUE PEDIAN LA CUSTODIA COMPARTIDA. Los padres que no pedían la custodia compartida, apenas eran denunciados por abusos o maltrato. En un estudio realizado en 2009 por la organización independiente “families needs parents” y libre de subvenciones y otras prebendas, destacó el dato que el 96% de las denuncias por abusos sexuales a menores, eran denuncias contra padres que pedían la custodia compartida, la denuncia se realizaba justo después de conocer la madre la petición del padre. Esto es, que antes de la solicitud de custodia compartida no habían existido nunca denuncia de abusos o maltrato alguno.
5º.- Los padres que piden la custodia compartida de los hijos, quieren ahorrarse dinero de las pensiones (¿qué dinero?) ¿Acaso las madres no piden pensiones para mantener a los hijos?, o ¿es que cuando los hijos cuando están con el padre dejan de comer, de asearse, de vestirse, etc.?
6º.- Premisa que el reparto igualitario de los tiempos de cuidado de los hijos es perjudicial para éstos, cuando en realidad no hay base científica que lo sustente. Si ello fuera así el 65% de los niños que viven con sus padres juntos bajo el mismo techo y se reparten las tareas de cuidado de los hijos, digo, estos hijos serían todos unos enfermos mentales.
7º.-  Premisa que la residencia alterna desestabiliza a los hijos (los fines de semana alternos y una o dos tardes-noche entre semana de un régimen de visitas, no).
8º.- Premisa de que las madres son las cuidadoras principales de los hijos, cuando ello no es así en los estudios revisados, ya que en el 83% de los casos se oculta que existían cuidadores extraparentales (guarderías, colegios, abuelos/as, empleados domésticos, etc.).
9º.- Premisa que los estudios deben basarse en las impresiones exclusivamente de las madres, ya que sólo en un 7% de los casos de estos estudios se cuenta con la opinión de los padres implicados (estudio Reino Unido en 2009).
10º.- Premisa errónea de considerar la custodia compartida exclusivamente como un reparto 50/50 del tiempo de estancia de los hijos con cada progenitor.
11º.- Premisa de negar la inexistencia de estudios sobre la nocividad de la custodia compartida por su novedad, y negar la existencia de estudios sobre la nocividad de la custodia materna exclusiva de los hijos.
12º.- Premisa que los estudios han de basarse exclusivamente en familias heterosexuales de clase media, de mediana edad y del mismo color de piel, a ser posible blancos y cristianos.
                Podríamos seguir aportando desde la reflexión serena y sensata de las ideas sobre los fallos y falacias de estos estudios que se hacen contra la custodia compartida de los hijos, pero lo que realmente me produce rechazo de los profesionales (tanto hombres y mujeres, psicólogos, abogados, jueces, fiscales, trabajadores sociales, y todo un largo etcétera) que se prestan a este tipo de intento de manipulación de la realidad, es que no acabo de comprender como niegan los cientos de estudios que existen sobre educación en el seno familiar de los hijos, y en los que en todos hay dos elementos comunes: la bonanza de la implicación de ambos progenitores en el cuidado de los hijos y en el reparto igualitario entre madres y madres de estos tiempos de crianza. Véanse los estudios que se usaron para aprobar proyectos de leyes tales como el de conciliación familiar, leyes de adopción, el matrimonio homosexual, o la ley de igualdad.
                Pero estos “profesionales” a los que denomino mas como francotiradores y mercenarios de la crispación social (realmente siembran elementos ideológicos que favorecen los conflictos más que la búsqueda de soluciones) van a tener y tienen un gran reto al que enfrentarse para poder seguir manteniendo sus mentiras, y es el hecho de la existencia real de familias homoparentales, interculturales e interraciales, y ahí han dado con hueso difícil de roer para seguir manteniendo sus posturas dogmáticas y falsarias, so pena de ser acusados de homófobas o racistas.
                Y es que la realidad de estos profesionales miopes e interesados en que la sociedad no evolucione, unas por dependencia económica profesional o de las organizaciones y universidades a las que pertenecen, otras por dependencia ideológica tradicional, están tan absortos en apoltronarse en sus puestos de trabajo, que están haciendo flaco favor a la sociedad que los mantiene.
                Como abogado de familia, nunca he logrado ni comprendido por ejemplo los informes que hacen los equipos psicosociales de los Juzgados españoles cuando rechazan o, incluso apoyan una custodia compartida en un divorcio.
                Acaso no es sólo una opinión o experimento que se proponga una custodia compartida sobre el estudio de una familia con hijos, que nunca han vivido dicha situación. Esto es, como cuando se hacen estudios sobre idoneidad de parejas hetero y homosexuales para la adopción de un menor, donde nunca he llegado a comprender cómo se puede hacer ciencia ficción, ya que se suele dar la idoneidad a parejas para que adopten a un menor, a parejas que nunca han vivido con un menor. ¿Cómo es posible esto? De nuevo el gran negocio detrás de todo.
                Así los datos de la DGAIA de la Generalitat o de la DGIF de la Junta de Andalucía  denuncian el abandono de niños por parte de parejas declaradas legalmente “idóneas”, y que luego cuando viven la realidad de los problemas adaptativos de un menor adoptado, que deciden abandonarlos.
Asimismo se está ocultando el hecho que muchas parejas (el 37%) adoptantes, se separan o divorcian dentro de dos años después de la adopción. Estos niños adoptados sufren en sus vidas dos terribles pérdidas que difícilmente superan, la primera el ser niños abandonados o que han perdido a sus padres biológicos, y la segunda pérdida emocional, la de uno de los progenitores adoptantes o sustitutos, tras la separación y/o divorcio de éstos. Poco a poco veremos los resultados tan negativos en nuestro país de esta forma de trabajar.
Pero no debemos de olvidar que es importante que para ser idóneo para adoptar se debe tener un cierto nivel económico en nuestro país, sobre todo para afrontar los gastos, entre ellos el pago previo a psicólogos y trabajadores sociales acreditados para declarar la idoneidad de los candidatos a adoptantes. Nuevamente el negocio detrás de todo ello.
Así los Juzgados y Audiencias están haciendo lo mismo con las custodias compartidas, estableciendo una falacia como método de organización de los hijos tras el divorcio que lleva años demostrándose que es un fracaso y me refiero al establecimiento de la idea de que sólo es posible la custodia compartida en el caso de la “casa nido”, donde los niños se quedan en el hogar familiar anterior y son los progenitores los que salen de forma alterna. Una auténtica barbaridad, primero desde el punto de vista económico ya que
¿Cuántas familias en España pueden permitirse el lujo de poseer tres viviendas cercanas a la vida de los hijos?
¿Acaso la custodia compartida es sólo repartirse el tiempo de estancia con los hijos a medias?
IV.- Falacias que se sustentan desde los equipos psicosociales.
                Las mentiras que llegan a rozar el absurdo en la mayoría de los informes de los equipos psicosociales de los Juzgados que he conocido puede llegar a asombrarnos:
                Por ejemplo, no hace mucho, un padre adoptivo, que fue declarado “oficialmente” idóneo para ser padre, al año de adoptar, fue declarado manifiestamente incompetente para ostentar la custodia compartida por un equipo psicosocial adscrito a un Juzgado del sur de España. Este hecho, me hace preguntarme realmente qué fiabilidad tienen los equipos psicosociales de este país. Creo que ninguna.
                Y basta un dato para dejar fuera de juego y poner en tela de juicio a prácticamente todos los equipos psicosociales de España con una sola reflexión: Suelen aconsejar (95%) la custodia a favor de las madres en mucho más alto porcentaje que los jueces, considerando a los padres no idóneos para ostentar la custodia compartida, pero casi siempre aconsejan un “amplio” régimen de visitas de los hijos con el padre.
¿no es acaso una irresponsabilidad dejar en manos de un progenitor no idóneo la mitad de vacaciones a sus hijos? O es que acaso hay una magia especial que hace que los fines de semana alternos y la mitad de vacaciones los padres se convierten en progenitores adecuados, tal como si fueran cenicientas.
                Analógicamente, los jueces penales cuando condenan a un reo de delito de corrupción, a ser deshabilitado para ser político o tener cargo público, lo deberían hacer sólo para entre semana, pero los fines de semana y la mitad de verano, navidad o semana santa, le dejáramos ser responsable político.
                O lo que es mejor ejemplo, que un equipo psicosocial fuera inhabilitado por incompetente para emitir informes entre semana, pero los fines de semana y la mitad de verano, navidad o semana santa, le dejáramos emitir dichos informes y seguir trabajando.
Todos los ejemplos me valen y son todos ellos incomprensibles.
                Pues esto es lo que recomiendan en el 95% de los casos los equipos psicosociales de este país en los juzgados de familia a la hora de recomendar un sistema de reorganización familiar tras la separación legal de los progenitores. Y no pasa nada.
                Creo que el papel de los equipos psicosociales debería residual, y que éstos sólo deben intervenir cuando haya incumplimientos de resoluciones judiciales o situaciones de riesgo para los menores, y no como hasta ahora que se decide el futuro y la salud mental de miles de niños y niñas en nuestro país, en apenas media hora de entrevista, cuando la hay, ya que existen multitud de casos en donde ni siquiera existe dicha entrevista y menos aún un estudio fiable.
                En todo caso, volviendo a la raíz de este artículo, está claro que si tanto en Gales como en Inglaterra sale adelante la iniciativa parlamentaria de establecer que la custodia de los hijos tras el divorcio no debe cambiar y debe seguir tal como era durante la convivencia, y sólo en casos extremos se establecería una custodia monoparental o monomarental, está claro que exista gran preocupación de que esto, si sale adelante, conlleve que muchos profesionales se queden sin trabajo o sus ingresos disminuyan.   
                De hecho en el último asunto que he llevado en el Reino Unido, compañeros abogados me comentaban que iban a tener mucho menos trabajo si salía adelante la ley.  Sin embargo yo les decía que hay que adaptarse a los tiempos y a trabajar sobre la base democrática del dialogo, y no sobre la base totalitaria de la imposición de ideas (custodia materna) y del enfrentamiento (provocación de mala relación por parte de un progenitor).
                Pero lo más sorprendente de todo esto, es comprobar en los juicios el miedo del rostro de jueces, fiscales y abogados que defienden la custodia materna exclusiva, cuando defiendes a un padre responsable que les dice que quiere ser responsable del cuidado y educación de sus hijos.
No es rechazo a la idea lo que veo en las caras de jueces y fiscales, sino que es MIEDO, miedo a ser descubiertos en su forma de pensar anacrónica o simplemente sienten ésa vulnerabilidad de saber que han sido pillados y que no tienen argumentos mas que aquellos  basados en la soberbia (caso bastante habitual) o en ideas sexistas y discriminatorias, como por ejemplo la custodia de los hijos debe ser para quien ha parido al menor (escuchado a un fiscal del sur de España). Incluso en el caso reciente de un divorcio de dos lesbianas, se le ha denegado las visitas a una de las madres, por el simple hecho de no ser la mamá biológica, pese a que quedó demostrado que era la cuidadora habitual de la menor.
Recientemente como abogado de un padre que pedía la custodia compartida, tuvimos que escuchar mi cliente y yo en sala, a una jueza y una fiscal, decir literalmente que nuestra petición de custodia compartida no les iba a cambiar su forma de pensar (que las madres son las únicas que sirven para cuidar a los hijos), y protesté porque se supone que la juez, en este caso está para aplicar la ley, no para trasmitir sus ideas. De hecho en el auto de medidas, la jueza trasmitió sus ideas, ya que usó sentencias en su resolución que interpretaban la ley del divorcio de 1981, que es donde realmente se había quedado la jueza viviendo, al menos en ideas.
Si, aunque no se lo crean, hay abogados y fiscales que defienden esta tesis: los hijos para quien los ha parido. Habría entonces que plantearse ilegalizar las adopciones, o simplemente declarar nulas todas las declaraciones de desamparo de este país. Recientemente lo he llegado a escuchar en un juicio en el sur de España, en un Juzgado de una capital a un fiscal que se supone que es muy prestigioso. Cuando me dicen esto de prestigioso, siempre pienso en que realmente lo que le tienen más que respeto, es miedo. Y que más que prestigio, lo que posee, es poder.
V.- Falacias de las resoluciones judiciales e informes de las fiscalías.-
No sólo los psicólogos, abogados, y demás profesionales que se oponen a la custodia compartida usan mentiras en sus resoluciones e informes, sino que me quedan los que de verdad toman decisiones en este país, los jueces y los fiscales.
No hace mucho un Magistrado del Sur de España, colaboraba con una revista jurídica publicando un artículo posicionándose a favor de la custodia compartida, y sin embargo dicta sentencias en su tribunal, que mantienen la postura contraria a la que publicó en la revista jurídica.
En la última sentencia a la que hemos tenido acceso, se llega a decir que no es viable la custodia compartida porque aunque hay muy buena relación entre los progenitores, ésta no llega a ser exquisita como para establecer la custodia compartida.
Esto es, exige un nivel de relación a esta pareja, mucho mayor que la que tienen cualquier persona en su relación de pareja.
Como ya no tienen argumentos, pues se los inventan. Demostrando como en la última época del franquismo, que ellos aún poseen el poder.
Ellos y ellas, la mayoría de jueces y fiscales de este país, han sido criados en la inmensa mayoría de los casos en familias tradicionales. De hecho el Magistrado de la sentencia sobre la exquisitez de la relación, es el típico padre ausente de la vida de sus hijos, proveedor, con esposa ama de casa. Como Dios manda, vamos.
También encontramos jueces “progresistas” que confunden la custodia compartida con la pérdida de los derechos adquiridos por las mujeres, en cuanto madres, los últimos años. Se supone que la custodia materna exclusiva, otorga unas supuestas ventajas a las mujeres y no podemos ir ahora a quitar y desposeer a las mujeres de dichos logros, como si la custodia exclusiva de los hijos fuera un logro. Si, este tipo de argumentos hemos llegado a escuchar.
Pero las falacias que mas me duelen como jurista y como ciudadano que ha luchado por los derechos humanos y los políticos, civiles, económicos, sociales de mis semejantes desde hace años, son aquellas que se sustentan en el miedo y las otras en la comodidad del “corta y pega” del Word.         
Las falacias que se muestran desde el miedo a ser el siguiente juez perseguido políticamente por sus resoluciones como lo han sido varios jueces y juezas en este país en los últimos cinco años.
Las falacias basadas en la comodidad del corta y pega, que busca mas el cumplir objetivos o volver a ser contratado como juez suplente, que en dictar resoluciones basadas realmente en el favor filii. Pero claro, desgraciadamente, en este país, hay que justificar por qué se otorga una custodia compartida (miedo) en una resolución judicial, mientras que el quitar el derecho de un  menor a estar y ser cuidado por su padre, no necesita justificación alguna.
Y para terminar este punto, no deja de sorprenderme aquello que recomiendan las fiscalías cuando el menor tiene menos de tres años, en el sentido de que se pide siempre o casi siempre que al padre se le otorgue un régimen de visitas o de contacto progresivo. Yo siempre imagino que a las madres se les dijera en los hospitales donde dan a luz, que por parte de las matronas y médicos que sería aconsejable dejar a los bebés en el hospital y que ellas fueran cogiendo y viendo a los bebés de forma progresiva, y no que se los llevaran a casa hasta que los bebés se acostumbraran a que las mamás los toquen o aprendan a cambiarles los pañales. Sería impensable ello, pero esto es lo que suelen pedir los fiscales.
Muy recomendable podría ser también que los niños no fueran al colegio porque no conocen a profesores y maestros, y se estableciera que los niños fueran al colegio de forma progresiva, y no todos los días seguidos, porque lloran y extrañan y echan de menos a sus padres.
Esto tan absurdo se pide cada día en los juzgados por fiscales, y todo por circulares e instrucciones que no tienen ninguna base científica. Inaudito de nuevo.
VI.- Falacias de las fuerzas políticas sobre la Custodia compartida.
Si entramos en buscar una explicación de por qué la clase política de todo signo dice lo que dice en cualquier tema o asunto, nunca la encontraríamos, salvo en un solo caso. Defiendo tal idea, siempre y cuando me de unos cuantos de votos más.
Ésa es mi experiencia y opinión después de tratar con políticos en los últimos 20 años.
Últimamente he encontrado a políticos que al menos han reconocido defender tal idea, porque les representa a ellos, una fuente de ingresos mayor a su partido, vía subvenciones.
Pero las falacias de los progresistas en increíble. Hace poco con una parlamentaria de izquierdas de las que van unidas a las urnas, nos decía que se oponía a la custodia compartida si no había buen rollo entre los progenitores.
Le preguntábamos si ella nunca discutía con su pareja, porque si discutía alguna vez, habría que quitarles la custodia de sus hijos a ambos. Y para ella eso era otro tema. Ella si podía estar en desacuerdo con su pareja, pero no el resto de la humanidad. Es como si volvieran los valores del franquismo mas recalcitrante y totalitario. Pensar que uno es mejor que todos los demás y además hacerlo desde la poltrona del poder político.
Conozco a mujeres que ejercen la política en todo tipo de ideología y que son divorciadas y que han visto crecer a sus hijos sin un padre comprometido a su lado.
Casi todas con las que hablé afirmaban en “petit comité” que ojalá hubieran tenido la custodia compartida de sus hijos, pero que su partido defendía una postura contraria por las presiones de colegios profesionales, asociaciones o grupos de presión dentro del partido.
Pero es que la sociedad no se puede seguir permitiendo este holocausto social. Léase informe del Home Office británico tras los disturbios del verano de 2011 en Reino Unido. La clase política y los medios ya se han enterado que muchos problemas familiares y muchos problemas de adaptación social o problemas relacionados con el fracaso escolar, trastornos del comportamiento, etc. tienen su origen en la inexistencia de una figura paterna en el crecimiento ordinario y cotidiano de niños y niñas tras un divorcio, y por ello, se están posicionando a favor de la corresponsabilidad parental de los hijos tras la separación y/o divorcio de los progenitores. 
El problema es que tantos unos como otros (medios y clase política) no tienen ni idea de qué es la custodia compartida, aunque si tienen la leve idea de que los niños deben ser cuidados por sus progenitores en igualdad. Hace poco escuché en una radio oficial nacional, a un psicólogo asesor de la misma, llegar a decir que a los niños había que garantizarles la estabilidad espacial, esto, que no era bueno para los niños cambiar de casa. Yo me pregunto, ¿y qué hacemos con los niños que van a casa de los abuelos a ser cuidados y todo eso? ¿lo prohibimos?
Sin embargo, no dijo nada sobre si era nocivo que existan decenas de miles y miles de niños que cada semana van dos tardes con su padre, y los fines de semana cambian de casa, o incluso la mitad de las vacaciones, pero lo que es peor, olvida que muchos de estos niños, cada día van al colegio, a la academia de inglés, a casa de los abuelos, a hacer natación, etc. y no les pasa nada porque se muevan. Desconocen, mas por ignorancia que por otra cosa, que lo que desestabiliza a los niños en un divorcio es el conflicto que se produce por la lucha por la custodia de ellos.  Que se lo pregunten a los profesores de colegios e institutos.
En aquellos países donde la custodia compartida o el cuidado y crianza de los hijos es obligatoria tras el divorcio, se han realizado estudios que demuestran que éstos niños sufren mucho menos por el divorcio de sus padres y que además se adaptan mejor a los cambios de organización de tiempos y espacios compartidos, que aquellos que pierden el contacto cotidiano y responsable con uno de sus progenitores (vacío emocional de sensación de pérdida similar al de un huérfano).   
En cuanto a la clase política, existe un grupo que ha llegado al congreso con ganas de obtener mas votos en las próximas elecciones, que han encontrado una bolsa de votos en las organizaciones defensoras de la custodia compartida y se han posicionado claramente a favor de la Custodia Compartida, aunque algunos de sus dirigentes no saben muy bien qué es la custodia compartida.  
En el Gobierno actual hemos encontrado muchos políticos, padres comprometidos en el cuidado de sus hijos y que se han divorciado y que han descubierto la necesidad de establecer legalmente la custodia compartida, cuando han vivido en su piel la aplicación de las anacrónicas y machistas leyes actuales, aunque no tienen muy claro cómo hacerlo. 
Así, la reforma anunciada por el Ministro de Justicia sobre la modificación del Código Civil para establecer la custodia compartida, se ha anunciado como muerta de antemano, ya que se doblega al poder de los jueces que quieren seguir teniendo el poder de decisión de que familia y cual no es digna de tener custodia compartida de los hijos.
Ósea, como ahora mismo. Son los jueces y fiscales quienes deciden.
VII.- Epílogo.
Sí, se va a seguir exigiendo que haya buen entendimiento entre la pareja, basta que una madre corte todo contacto con un padre o ponga una denuncia, para evitar cualquier ley de custodia compartida. Por ello, es necesario que los codificadores que propongan los cambios legislativos estén muy atentos a las pervertidos usos que se va a hacer la ley, como se ha venido haciendo hasta ahora, y legislar de tal forma que no pueda pervertirse el derecho de los hijos a ser cuidados por ambos progenitores y seguir siendo queridos de cerca por toda la familia extensa.
Garantizar el cuidado conjunto y responsable de ambos progenitores durante la existencia de la pareja y que ello siga siendo así tras la ruptura de la pareja. Reconocer, como hacen los convenios internacionales de derechos de la infancia, el derecho de los hijos el ser cuidados y criados por ambos progenitores. Establecer que quien haga un uso indebido de la ley o intente de forma ilícita incumplir este derecho de los hijos, no sea idóneo para ser cuidador de sus hijos de forma automática.
Hacer desaparecer los puntos de encuentro y los equipos psicosociales, y dirigir estos recursos hacia los centros o escuela de divorcios, y establecer profesionales de apoyo a los Juzgados en los IML para temas graves donde existan problemas de salud mental, drogodependencias, etc.  
Exigir a los progenitores que piden la separación y/o divorcio un plan de crianza conjunto junto a la demanda y exigir el divorcio económico de la pareja.
Considerar sustracción de menores el traslado ilícito de los mismos, desde el momento que no se tiene ni autorización del otro progenitor o del juzgado. Prohibición legal de cambio de residencia, colegio o médicos de los hijos sin autorización de ambos progenitores o en su caso de autorización judicial.
Considerar maltrato infantil el uso de los hijos por parte de un progenitor o cualquier otro familiar, como elemento de negociación con fines económicos o de cualquier otra índole.
Si queremos que la sociedad española sea más sana en el futuro, creo que es fundamental ir poniendo pilares básicos, y uno de ellos es éste de la custodia compartida.
El ahorro para las arcas públicas en todos los órdenes sería incalculable. El ahorro del sufrimiento de tantas miles de personas y niños de este país, inestimable.
José Luis Sariego Morillo
Gestor conflictos familiares y abogado de familia.
Sevilla, primavera-verano 2012.-   

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