A PROPOSITO
DE LOS PELIGROS DE LA CUSTODIA COMPARTIDA EN MENORES DE 6 AÑOS.
Recientemente
me he visto involucrado como abogado en distintas discusiones con psicólogos e
incluso con juristas metidos a psicólogo, jueces incluidos, que nos vienen a
decir que la custodia compartida o alterna con los niños y niñas menores de 6
años no es buena para ellos, casi todos ellos y ellas con una visión del
concepto de familia muy tradicional y machista.
Y muchas de
estas personas tienen razón en una sola cosa, que existe un único estudio realizado
en el año 1999 y luego reproducido en 2003 en Francia, al que se le dio una
publicidad institucional inusitada, mientras que el resto de estudios (más de cien)
no tuvieron una publicidad institucionalizada tan alta. Por ello, y a estar
colaborando en la elaboración de un libro que conmemora los 10 años de custodia
alterna en Francia, me sentí obligado a escribir este artículo de alguna
manera.
Aquel
estudio elaborado por personas que ideológicamente se oponían a la custodia alterna
o compartida de los hijos tras el divorcio, salvo que ambos progenitores estuvieran de acuerdo, fue el estudio de
Solomon y Jorge de 1999, pero muy pocas personas, sobre todo profesionales del
derecho lo han llegado a leer, sino que tan solo han escuchado hablar de sus
conclusiones, sin conocer el contenido del mismo.
Pues bien,
recientemente en la revista de psicología de la Asociación Canadiense sobre la
Salud, el Profesor de la Universidad de Grénoble, Gérard Poussin ha publicado
el entramado de aquel estudio, planteándose simplemente una pregunta ¿por qué
se dan conclusiones tan nefastas en el estudio de Solomon y Jorge?
Y no deja de
sorprender los datos del estudio de Solomon y Jorge, los cuales ni siquiera han
podido ser avalados científicamente como para ser publicados en una revista especializada,
debido a la falta de rigor científico del mismo. Ningún “referee” de revistas
especializadas han dado el visto bueno al estudio de Solomon, como para ser
considerado científico.
Así, en
aquel estudio de 1999, se encontraron los siguientes fallos:
1.- Los
niños estudiados, la inmensa mayoría no habían visto a su padre nunca.
2.- la otra
parte de niños que si conocían a sus papás, hacían meses, incluso años que no
los veían., por distintos motivos, pero sobre todo por sustracción de las madres.
3.-Estos
niños fueron estudiados al tener los primeros contactos con el papá (extraños
para los niños), lo cual, lógicamente, era absurdo, ya que ni siquiera se hizo
un seguimiento de los mismos.
No es
posible trabajar con estas pobres variables directas como para poder llegar a
conclusiones algunas.
Sin embargo,
con estas tres premisas del estudio de Solomon y Jorge de 1999, ha dado lugar a
que sus “conclusiones” se recojan en muchos artículos de opinión (ninguno científico)
y se ha trasladado al imaginario social, basándose sólo en la conclusión de que
estos sufrían mucho con la custodia compartida con sus papás porque eran muy pequeños,
ocultándose a propósito las premisas en las que se había hecho el estudio.
Por ello,
cuando se van a cumplir diez años de la Ley Francesa de custodia alterna, y
cuando parece que en España está más cerca que nunca una regulación mas
humanizada y protectora de los derechos de niños y niñas cuyos progenitores se
separan, con un real interés por regular la custodia compartida, hay voces que
se levantan con el puño en alto con artículos basados en aquel estudio, rechazando,
sin fundamento alguno científico, la figura de la custodia compartida o alterna.
De ahí surge
la idea de hacer este artículo para que nos haga reflexionar a los operadores jurídicos
y podamos tener algo mas de información, que no desinformación, de la que se ha
tenido hasta ahora.
Nosotros ya
hicimos nuestro propio estudio sobre una muestra de 378 familias sobre custodia
compartida en 2008, que fue publicado en Lex Family en el que quedó patente,
que tras haber pasado tres años desde que niños y niñas vivían en custodia compartida,
los niños y niñas eran mas felices que los que vivían bajo la figura de la
custodia materna exclusiva y al mismo nos remitimos.
Ya en el año
2000 el profesor Waters publicó un
artículo sobre desarrollo de los niños, que se basaba en un estudio
longitudinal de VEINTE AÑOS, que afirmaba que el afecto de niños pequeños a sus
progenitores entre los 0 y 6 años no era transcendente en su desarrollo
posterior, pero este estudio fue muy criticado, por su simpleza en la toma de
datos.
Un estudio
posterior de 2004 del Prof. Pruet y otros tomaron una muestra de 132 familias
sorteadas de una población que habían resuelto sus problemas a través de los
juzgados de familia. Todos los niños de estas familias tenían entre 0 y 6 años
de edad, y todos los niños habían vivido con sus padres antes del divorcio.
Las
variables independientes de este estudio (o "invocadas") consistían
en el estudio de la relación entre padres
e hijos, los conflictos familiares y la observación de las familias con
criterios precisos (número de noches pasadas en casa del padre, número de
personas que se ocupaban del niño, los procedimientos puestos en ejecución por
cada uno de los parientes, etc.).
Las variables
dependientes (o "evocadas") eran el CBCL para los niños de más de dos
años y la escala de Aschenbach para menos de dos años. Se trata de escalas que
miden diferentes tipos de manifestaciones psicológicas en casa del niño. En
ambos casos se contó con la colaboración de ambos progenitores.
Los
resultados en cuanto a qué efectos tenían el hecho para el niño de dormir más o
menos a menudo en casa de su padre resultaron bastante inesperados.
Los padres
afirmaron que en la mayoría de los casos que el hecho de dormir en casa del
padre tiende más bien a hacer disminuir las manifestaciones de problemas o disturbios psicológicos del niño. Sólo en
uno de los casos se dieron problemas en un niño por el hecho de dormir a menudo
en casa del padre.
Es normal
que los padres dijeran y afirmasen que los niños tenían pocos problemas, pero
lo más significativo del estudio es que las madres dijeran exactamente lo
mismo. Además de la mejor socialización de los niños, que corrobora la
observación paternal, las madres observaron también menos problemas cognitivos
y menos problemas de atención cuando el niño pasa ciertas por las noches en
casa de su padre.
En cambio,
cuando se producen alteraciones en la calidad y cantidad de las relaciones
padre e hijo, las madres observaron que ello produce efectos negativos de
manera significativa en todos los ámbitos del menor (Alimentación, sueño,
humor, atención, etc) y de manera muy significativa los padres se quejaban que
el hecho de no dormir los niños en casa de estos, producían comportamientos agresivos
del niño, menor socialización y problemas de atención.
Tras el
divorcio, los conflictos entre los progenitores provocan en los niños, según
este estudio los siguientes:
Las madres aducen problemas psicosomáticos (los niños
se enferman mas a menudo y tienen problemas de sueño)
Los padres observaron en cambio problemas de ansiedad,
pérdida de autoestima e incluso conductas agresivas que antes no tenían.
Curiosamente
nuestro estudio de 1995 a 2009 nos dan unos datos muy similares en las familias
cuyos hijos quedan bajo en cuidado o guarda exclusiva de las madres. Los niños
y niñas de aquel estudio (mas de 600) en un 83 % tenían problemas de salud que
antes no tenían, o tenían conductas agresivas y en la mayoría aparecían una
inseguridad y pérdida de autoestima, directamente proporcional al nivel de
conflicto generado por la lucha por la custodia.
Los padres,
en la mayoría de los casos, reaccionaban ante estos problemas de los niños,
cediendo en sus pretensiones, mientras que la mayoría de las madres acentuaban
el conflicto, culpando de los problemas de los niños al padre.
En todo
caso, las personas que rechazan la custodia compartida o alterna, basan sus
ideas en estudios anglosajones, que están más basados en la custodia conjunta
(Joint Custody) que en la residencia alterna de los hijos. Ninguno de los
estudios que se publican por asociaciones opuestas a la custodia compartida e
incluso por instituciones oficiales, como el observatorio de violencia sobre la
mujer del CGPJ o el Instituto de la Mujer de España, llego a la conclusión o
que no saben leer, o que no saben inglés, ya que en ninguno de los estudios en
los que fundamentan su rechazo a la custodia compartida, existe recogida de
datos y/o variables sobre residencia alterna de los hijos tras el divorcio de
sus progenitores, sino que dichos estudios hablan sobre los problemas que
suscita la “autoridad parental conjunta”, concepto plenamente anglosajón. Apenas
estos estudios que rechazan la custodia alterna, hablan de la “physical joint
custody”.
Como vemos,
o no saben leer, o simplemente no comprenden lo que leen, ratificando el hecho
que el analfabetismo funcional en nuestro país, llega incluso a las
instituciones públicas.
.
¿Acaso el
establecimiento de una residencia y cuidado alterno es lo que en España entendemos
por custodia compartida?
Gérard
Poussin, Profesor de la Universidad de Grenoble, nos informa que es muy difícil
encontrar una muestra de niños y niñas menores de 6 años que vivan bajo la
figura de la custodia alterna, ya que el 85% de los divorcios se produce tras
esa edad de los niños. Tras años de intentar hacer una estudio con una muestra
significativa, ha sido posible hacerlo, pero con una muestra tan pequeña que ha
sido imposible darle carácter científico a sus conclusiones. Por ello, el
Profesor Poussin pone en duda y así lo corroboran mas de 150 psicólogos
franceses, que se pueda hacer un estudio serio de niños menores de 6 años con
residencia alterna que pueda ser tomado en serio, al menos desde el punto de
vista de la salud mental infantil.
No obstante
en nuestro estudio de 1995-2008 sobre custodia compartida con residencia alterna
de los hijos, las familias estudiadas fueron 378 y los menores en total
estudiados fueron 611, de los que 198 fueron menores de entre 0 y 6 años.
Creemos que esta muestra si es más que suficiente para poder llegar las
conclusiones a las que llegamos y por ello fue publicado dicho estudio y fue
avalado por el observatorio de la infancia en nuestro país.
El profesor Poussin
coincide en sus valoraciones con nuestro estudio, al comprobar que los niños
entre o y 3 años les perjudica en sistema de residencia alterna clásica en
otros países (por semanas alternas) y que es mucho mejor para estas edades el
sistema de días alternos intersemanales y fines de semana alternos. Esto ese
bueno hasta los tres años, pero a partir de esta edad se ve como mas ventajoso
el sistema de las semanas alternas, salvo que los progenitores se organicen de
otra forma acorde a sus circunstancias.
Sostiene
Poussin y estamos de acuerdo en ello, que quienes rechazan la custodia alterna
de estos niños, esconden detrás de dicha discusión otro tipo de problemas de
los que no se quiere hablar (pérdida del derecho de uso de la vivienda
conyugal, pérdida de una pensión, etc.)
Estamos
acostumbrándonos demasiado a ser testigos de niños y niñas que han tomado
partido por uno de sus progenitores y que quieren hacerles pagar el precio de
la separación a los padres negándose a verles.
Se pregunta
el Prof. Pousssin si acaso ¿Sabemos lo que se harán estos niños que
"escogieron" cortarse totalmente de una parte de su filiación cuando
serán adultos? Porque se trata ni siquiera de uno de los parientes sino que de
todo lo que representa: los grandes parientes son también rechazados y
consagrados al gémonies así como el
conjunto de
la descendencia. ¿ Quién de nosotros no tuvo en su clientela de los
adultos que
todavía pagan el precio de una separación paterna conflictiva? ¿ Que
dicen? Que
el pariente al que no se dejaba de desacreditar cerca de ellos era para
ellos un
monstruo hasta que comprendan la absurdidad de este mensaje. ¿ Y ésos los
vemos, pero
que decir sobre aquellos quiénes no vemos? De los que posiblemente
quedaron
persuadida que una parte de su filiación tiene que suprimir
definitivamente
de su memoria.
¿ Que hacer
también todas estas situaciones donde el pariente que goza del
alojamiento
principal acosa al niño de una manera múltiple a la salida de las
visitas
cerca del otro pariente? Estos niños que son desvestidos para verificar la
existencia
eventual de maltrato o interrogados de manera inquisitorial al nivel de
su
sexualidad. Estos niños que siempre están "enfermos" según
certificados médicos
de
complacencia precisamente en vísperas de un derecho de visita del pariente no
que
alberga.
Estos niños que deben repetir frases totalmente hechas y mal enteradas de
las que no
nos es difícil de ver que no les pertenecen.
¿ Que hacer
todas estas situaciones donde el pariente no que alberga utiliza al niño
para "
hacer volver " el otro haciéndole portador de mensajes por la tarde que
suplican por
la tarde amenazando? Estos niños que piden al pariente que alberga
cuando lo
encuentra si es verdad que va ir a la cárcel o que un día volverá con
papá.
Entonces querer hacernos creer que la amenaza
principal para los niños de parientes
divorciados
es la residencia alternada me parece frente a esto muy sospechoso.
Procede o
sea de un desconocimiento completo de la realidad de terreno, o sea de un
esfuerzo
para enmascarar los verdaderos problemas y para no tener que enfrentarse
con ellos.
Referencias
POUSSIN, G., 2005, Para una evaluación de los
efectos reales de la residencia
trimestral
Alternada y revisada de derecho familiar, Ed. Larcier, Bruselas, 1/2005,
9-25.
PRUETT, Sr. K., EBLING, R., INSABELLA, G.,
2004, Critical aspectos of parenting
planos fuero young children, Interjecting Data Into the Debate About
Overnights,
Family Court Review, 42, 1, 39-59.
SOLOMON, J., Jorge, C., 1999, The
effects attachment of overnight visitation in
divorced and separated families:A longitudinal follow-up, in Solomon, J.,
Jorge,
C., eds, Attachment Disorganization, Guilford Press, Nueva York, 135-264.
WATERS, E., 2000, Attachment
security in infancy and early adulthood: a twenty-year
longitudinal
study, Child Development, 71, 684-689.
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