Los equipos
psicosociales en España.
Un ejemplo a no
seguir.
Recientemente he tenido en el
despacho una experiencia con un equipo psicosocial adscrito a un Juzgado
mediante una adjudicación por contrato administrativo, y viendo la actuación de
este equipo en particular, me parece que ahora estamos peor que nunca en
nuestro sistema de protección a la infancia en los Juzgados de Familia.
Confunden estos equipos el derecho
del niño a ser oído, con implicar a los niños en una decisión que no les corresponde.
Hablaba con el progenitor afectado
por este informe que no comprende por qué cuando un padre y una madre (o dos
papás y dos mamas) quieren compartir la vida de sus hijos, es necesario un
informe psicosocial, y que sin embargo, cuando un progenitor decide renunciar a
la custodia de sus hijos en un Juzgado, no se investiga por qué un progenitor
abandona a sus hijos y no quiere hacerse cargo de ellos.
Mas lógico aún: ¿Por qué no se
estudia en profundidad cuando un progenitor pide y exige la custodia exclusiva de
sus hijos, queriendo alejar a los niños de la vida y tareas cotidianas con el
otro progenitor?
Esto mismo, siempre se hace en
los supuestos casos de violencia de género, en la fase de instrucción o
investigación. Pero cuando es una separación normalizada, nunca se estudia este
hecho tan grave, cuál es, que un progenitor quiera quitarle el derecho a su
hijo de vivir con ambos progenitores. Derecho del niño que viene recogido en
distintos tratados internacionales.
Jueces ni fiscales que no comprueban
este fenómeno de la solicitud de ser exclusivos y excluyentes, en las
peticiones de custodia de los niños ante los Tribunales.
Cuando un progenitor pide la
custodia compartida porque es su obligación legal según la ley, no comprendemos
por qué hay que estudiar por un equipo, esta petición que, además, es una
obligación legal de ambos progenitores.
Es como cuando un padre o una
madre pide matricular a un niño en un colegio para la escolarización obligatoria,
y antes de admitir al niño en la escuela, se obligue a toda la familia a hacer un
informe previo psicosocial y a preguntar a los niños si quieren ir al colegio,
o no.
Peor aún sería, cuando a un niño
los padres lo llevan al médico cuando está enfermo, y antes de decidir
atenderlos en urgencias, los médicos deciden que se debe hacer un estudio
psicosocial en el que le preguntarán al niño si quiere estar en el hospital, o
no.
A los niños nunca se les pregunta
a que médico ir o a qué colegio ir, o simplemente, nunca se les pregunta si
quieren ir al colegio o al médico.
Entonces, en el caso de unos
niños cuyos padres se separan y uno de ellos quiere la custodia compartida ¿por
qué hay que hacer un estudio de una cosa tan natural?
Creo que, en un futuro no muy lejano,
nos parecerá una aberración los que estamos haciendo cada día en los Juzgados
con los niños. Luego, nos extraña que existan tantos adolescentes con problemas,
cuando sabemos por múltiples estudios que, la mayoría de chicos y chicas que no
ha vivido bajo una coparentalidad conjunta (custodia compartida) tras el divorcio
de sus padres, son los que nutren los juzgados de menores, o los hospitales por
comas etílicos, sobredosis, o embarazos no deseados y sufren en mayor medida,
fracaso escolar.
Acaso, ¿Nos hemos planteado cómo
crece una niña de 8 años a la que se ha preguntado por un equipo psicosocial con
quién desea vivir?
La culpabilidad que arrastrará el
resto de su vida, es una carga que a nadie le gustaría tener.
Pues esto, está ocurriendo cada
día en los equipos psicosociales de España.
Más de 100 niños y niñas, cada
día pasan por esto.
Sevilla, enero de 2018.-
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