viernes, 3 de febrero de 2017

Recuperando la paternidad, Chris TS

Recuperando la paternidad


No es casualidad que las experiencias personales, las reflexiones teóricas, las iniciativas sociales y los programas públicos altamente subvencionados de hombres por la Igualdad compartan la paternidad como un tema residual. La paternidad es una de las piedras angulares de la Sociedad, así que su necesidad social y política pasa por ayudar y reconocer a los padres su valor. No obstante, estos movimientos de hombres igualitarios económico-dependientes de subvenciones, los cuales han montado diversos chiringuitos bajo la apariencia de ong o fundaciones, para poder vivir sin trabajar.  
Vivimos un intento neototalitario de cambiar los modelos familiares y consecuentemente en lo que podíamos llamar un modelo hegemónico del feminismo dogmático, totalitario y excluyente de parte de la sociedad.
Al igual que antiguamente, en la Alemania Nazi, en la URSS de Stalin, o en regímenes como el de Pol Pot en Camboya, o de Dyilo en el Gongo, o en organizaciones de tráfico de drogas y personas en América latina o países de la ruta del opio, el neototalitarismo de la ideología de género necesita capturar mentalmente a los niños, para crear una “nueva raza” obediente y súbdita.
Los diversos modelos alternativos de familia han existido siempre, la realidad de las formas de ser padre obedece casi por completo a un nuevo modelo más humanista, pero se intenta hacer creer a la sociedad por determinados grupos feministas, que los hombres tienen la culpa de los problemas de la mujeres, olvidando que desde hace más de 50 años, las mujeres también son culpables de las desigualdades sociales, del cambio climático, de la pobreza, de la exclusión social y, hasta de las guerras.
No existe un nuevo modelo de familia frente a uno viejo y ancestral. Los hombres feministas tienen en común historias tales como, haber fracasado en sus vidas profesionales o personales. En grupos como heterodoxia o el movimiento de hombres por la igualdad, de los que conozco personalmente a algunos de ellos, tienen en común historias de una infancia insegura, muchos van a psiquiatras o psicólogos porque no terminan de encontrar su identidad, o muchos de ellos son simplemente lobos disfrazados de corderos, que dicen amar a las mujeres, cuando abandonaron a sus hijas cuando eran niñas por motivos puramente masculinos, como por ejemplo, elegir su profesión antes que ejercer una paternidad responsable.
Tienen un discurso vacío en el que usan a menudo palabras tales como : roles, transversalidad, patriarcado, dominación, opresión, etc. y, como los nuevos sacerdotes de la “verdad” feminista (gran hermano), pero que en realidad,  esconden una nueva forma de ganar dinero y tener el reconocimiento social que nunca obtuvieron en su vida profesional y familiar.
Es curioso que muchos de estos nuevos feministas que opinan sobre la paternidad, o no son padres o, los que son, nunca o muy poco ejercieron como tales. Son como los curas de antaño que recomendaban cómo vivir en pareja.
Afortunadamente, la gente no es tonta y no se tragan estos discursos vacíos, que se apoyan en una realidad social implacable para sostener el resto de su discurso victimista: la violencia sobre las mujeres.
Olvidan que 9 de cada 10 víctimas de homicidio en occidente son hombres. 
Tras la lucha sin cuartel, de estos ideólogos religiosos de la teoría de género, contra la familia y la paternidad responsable se esconde un intento de controlar la natalidad o más allá, un intento de lograr adeptos a un pensamiento único, como en la Edad Media la Inquisición, creando un nuevo “movimiento nacional” de tintes neototalitarios.
Muchos feministas neototalitarios, han fracasado en sus vidas personales y familiares, y como cualquier persona inadaptada al medio, intentan a través de movimientos políticos, cambiar la vida de los demás, echando la culpa a entes imaginarios (patriarcado, machismo, etc.) de todos sus problemas adaptativos. Han construido un discurso muy conocido en la historia basado en el miedo al diablo. Incluso se atreven a criticar a la ciencia, como una nueva rama del creacionismo, llegando a poner en duda al mismísimo Darwin.
Rechazan la genética, las neurociencias, y todo aquello que pone en tela de juicio su religión basada en la teoría de género.      
Es curioso que tras este nuevo “movimiento nacional” hayan hombres y mujeres que estuvieron en partidos de izquierdas y fueron expulsados de ellos por algún motivo, y ahora, recalan en los nuevos partidos como podemos o ciudadanos. Van de un partido a otro, engañando a la gente, hasta que son descubiertos como vendedores de humo, tarde o temprano.
No es de extrañar que, incluso muchas personas de este “movimiento nacional” feminista, defienden a terroristas, o justifican la violencia o incluso los asesinatos de algunos de sus colegas de partido o movimiento, e incluso de forma subliminal defienden, los dictados e ideas radicales de la cultura árabe.
Viven en una sociedad paralela y minoritaria altamente subvencionada, e intentan crear a toda costa nuevas necesidades sociales que la misma sociedad no necesita, pero ellos/as si necesitan seguir creando ese mundo virtual para seguir manteniendo sus modus vivendi, apoyándose en una idea universalmente aceptada: el rechazo de la violencia hacia las mujeres.
Quieren romper el dialogo social y defienden la desobediencia civil como elemento de su lucha contra las leyes y las instituciones, y de la misma sociedad que les permite ejercer su derecho a la libertad de pensamiento.
Esta gente pretende acabar con esa libertad de pensamiento e ideas, y tras ello muestran posturas totalitarias que produjeron holocaustos y héjiras terribles en el Mundo.
No existen los cambios de roles de género como mantienen esta gente, sino que la humanidad crece en humanismo, y si los hombres son ahora mejores padres, lo es porque también la sociedades occidentales son más humanas, igualitarias y libres. Ya no se trabaja de sol a sol, hay más libertad de expresión, libertad de movimiento, presunción de inocencia, más igualdad y más recursos sociales, pese a quien les pese.
Este “movimiento nacional” feminista, digno de otros tiempos, pretende ser un gran hermano totalitario dueño de la “verdad”, pero la gente no es tonta y, ya no les cree.
Tras el fracaso de las políticas debidamente correctas de muchos países y abducidas por estos nuevos sacerdotes de la teoría de género, como han demostrado las últimas elecciones en países occidentales, se esconde el hartazgo de la gente de este tipo de “movimientos” feministas. Así, a la marcha de mujeres de Washington, no fueron casi 140 millones de mujeres norteamericanas. Pero como todo movimiento neototalitario, como estos neofeministas falsos, no acaban de ver que el resto de la humanidad está cansada de su discurso vacío y falaz.
Crean nuevas “noches de los cristales rotos”, para darse a conocer y acrecentar el miedo en la sociedad a llevarles la contraria.  
Defienden esta gente falaz que hay cambios de roles en cuanto que los padres ya no son los proveedores de la familia y las madres, las cuidadoras de la prole.
Pero cuando este discurso falaz se enfrenta al problema social de las separaciones o divorcios, a este “movimiento nacional” feminista, se le descubren sus mentiras, ya que defienden a capa y espada los roles tradicionales de género en estos casos, y rechazan necesidades sociales reales tales como la custodia compartida de los hijos, la división de los bienes tras el divorcio, el rechazo a las denuncias falsas de malos ratos o abusos realizadas por mujeres, o simplemente, rechazan la existencia de la alienación parental como forma de maltrato de los niños.
Reconocer todas estas necesidades sociales, simplemente les provocaría que puedan perder sus negocios disfrazados bajo la figura de asociaciones y fundaciones sin “ánimo de lucro” o simplemente sus puestos públicos, tan obsoletos e innecesarios.
Este “movimiento nacional” feminista está en crisis y como todo movimiento político o religioso, cuando están en peligro o declive, radicalizan sus posturas y se vuelven más violentas y peligrosos y con tintes incluso pedófilos (machete al machote; ante la duda, tú la viuda; me gustaría ver sangrar a….; comprendo los actos violentos de la resistencia vasca; hay que enseñar sexo a los niños desde la infancia, etc.)
No son las personas de este movimiento y sus políticas de igualdad basada en la discriminación de la mitad de la población, quienes han logrado los cambios en el reparto de la fuerza del trabajo o en la crianza de los hijos entre hombres y mujeres.
Ha sido la propia evolución de la sociedad quien lo ha hecho. La prueba evidente de que la sociedad es mucho más inteligente que este grupo de inadaptados del movimiento feminista totalitario, es que los padres se han implicado mucho en la crianza de sus hijos, pese a que las políticas de igualdad ha omitido a los hombres (no hay permiso parental igualitario) o incluso los ha ninguneado. 
Este movimiento critica que existan hombres enfadados o cabreados, cuando les llega el divorcio y son tratados como parias sociales. No es de extrañar, que este movimiento neototalitario de la teoría de género no comprenda que existan ciudadanos cabreados, simplemente porque se les aplica la presunción de culpabilidad como a los judíos en Alemania en 1934, o que sean expropiados de sus bienes sin contraprestación alguna, como en la Unión Soviética de Stalin.
El discurso de este movimiento es proyectivo y ven su propia paja en el ojo ajeno y, más que reaccionario, es muy peligroso para los niños y niñas de este país. Muchos referentes de este movimiento nacional, han sido condenados por violencia en la pareja, abandono de familia o incluso por abusos de menores.
Es lógico que como todo movimiento totalitario, este movimiento de hombres por la igualdad y las mujeres que los apoyan, quieran callar a los que piensan de otra forma y quieran silenciar a las miles de personas (hombres, mujeres y niños) que están sufriendo en sus carnes las terribles consecuencias de sus políticas totalitarias transversales.
Recuerda este movimiento feminista cada vez más a quienes negaban dentro de Alemania en 1938, la existencia de los campos de exterminio de judíos, sindicalistas, gitanos e incluso de homosexuales. Es como si negar la existencia del sufrimiento de cientos de miles de españoles y españolas por culpa de las políticas generadas por su ideología neototalitaria, las hace desaparecer. Pero sus consecuencias no se pueden esconder.
Quienes se oponen a esta nueva ideología totalitaria, tal como el movimiento de la Rosa Blanca de Munich, se ha convertido en un movimiento de resistencia social que cada día crece más y más. Porque las víctimas de la teoría de género ya se cuentan por millones en Europa, como en la Alemania Nazi.  
Para lógica psicópatica de muchos miembros del movimiento nacional feminista, no es posible que sean capaces de tener un poco de empatía por sus conciudadanos y conciudadanas, ya que ello les haría parecer, humanos y humanistas.
Y no lo son.
Basta ver cómo en su discurso rechazan el amor en el seno de las parejas. Si no son capaces de amar ¿cómo van a ser humanos?
Rechazan la familia como un lugar seguro, donde crecen los niños.
Defienden la idea de que un hombre maltrata a su mujer pareja, si la aísla de los amigos o familia. Sin embargo, defienden a la vez, que hay que destruir la familia como red de apoyo de las personas.
Necesitan destruir la familia, como hace cualquier maltratador/a típico/a, para poder aislar a los ciudadanos de un grupo de apoyo, y conseguir más adeptos. Un niño o niña que crece en un contexto familiar destruido, es una presa más para cualquier secta o grupo radical totalitario, como los grupos de la teoría de género.
Lo que me preocupa realmente, es que en los nuevos y viejos partidos, se han introducido estos personajes totalitarios de la teoría de género, que están provocando una destrucción de sus estructuras democráticas.
En los sindicatos, por ejemplo ya hace años que esto ha pasado, y de ahí que los sindicatos hayan perdido mucha de su influencia. Los medios de comunicación también son víctimas de esta teoría de género, y si cabe, nunca han estado más desprestigiados por la intoxicación que sufren de la teoría de género.
La clase política aún no ha reaccionado ante este nuevo cáncer del movimiento nacional feminista que se ha introducido en la política y en la instituciones educativas e incluso en la Justicia, pero la sociedad es más inteligente de los que ellos piensan, y está reaccionando, como ha pasado con la gente que en Estados Unidos que han rechazado a Clinton y sus políticas contaminadas de la teoría totalitaria de género, como demuestran los cientos de artículos de prensa, en medios de comunicación que de nuevo, se han atrevido a hablar sin miedo y a poner en tela de juicio a este movimiento neototalitario de género.
Por ello, creo que hay que combatir a estos nuevos falsos profetas de la verdad basada en la teoría de género, porque el final del trayecto, esta gente sólo pretenden estar por encima de los demás y, sobre todo, negar los derechos humanos de los que piensan de forma diferente, como podemos comprobar todos los días. Típico de todo totalitarismo.
Para terminar, me pregunto
¿Cuánto va a tardar algún grupo político en acusar de machismo o maltrato a un adversario político para acabar con él?
Este artículo, es una respuesta a los nuevos movimientos masculinos y feministas-totalitarios que se están implantando en España, usando a las mujeres como escudo y excusa, para seguir perpetuándose en el poder subvencionado que perdieron en 2011.
Léase los grupos, foros, redes de hombres por la igualdad, fundaciones, asociaciones subvencionadas “sin ánimo de lucro”, y gente de viejos y nuevos-viejos partidos.


Chris Thompson Serna 

Cádiz, Febrero de 2017.

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