Problemas
de salud mental y consumo de drogas y/o alcohol en casos de custodia de los
niños
Hace unos años, hicimos un
estudio longitudinal basado en las fichas de trabajo de las parejas yo personas
que habían pasado bien por la escuela de divorcios (asoc. ProMedia de Sevilla) o
bien por nuestro despacho, publicado en la revista Lex Family.
Usamos 378 fichas de familias con
custodia compartida y 1.562 fichas de familias con custodia exclusiva materna y
régimen de visitas de los padres.
Dejamos fuera las fichas de
custodia paterna exclusiva, no sólo por su escasa relevancia (21 casos) sino
además porque este tipo de custodia se daban en casos muy extremos de salud o
situación social.
Este estudio, lo hicimos
introduciendo los datos al comienzo del proceso, y más tarde hicimos una
llamada para confirmar datos a los 2 y a los 3 años, desde la sentencia.
Gracias a la colaboración de
voluntarios de Promedia y a las tarifas planas, pudimos hacer este tipo de
seguimiento.
Buscábamos saber si uno de los
miembros de la pareja (o los dos) tenía problemas de salud mental antes,
durante o después del proceso de divorcio o separación en las parejas more
uxorio.
Y nuestra sorpresa fue mayúscula
cuando comprobamos los datos comparativos.
Hicimos una clasificación de
parejas que habían decidido resolver su conflicto de forma que reorganizaron su
vida con custodia compartida y los que no.
Como no somos médicos ni
psicólogos, nos quedamos en la superficie de la definición de salud mental
asociando la idea del estrés asociado al divorcio, en solo dos aspectos: la
ansiedad y la depresión.
Y los datos resultantes fueron
estos:
Está claro que los progenitores
que se decidieron u obtuvieron la Custodia Compartida tuvieron un nivel mucho
más bajo de ansiedad y/o depresión que las que se organizaron con custodias
exclusivas y régimen de visitas.
Las madres con custodia
compartida bajaron a los tres años desde el 67% al 28%, mientras que las madres
con custodia exclusiva solo bajaron desde el 72% al 49%.
Esto es, que seguían teniendo
altos niveles de estrés en más de la mitad de madres que optaron por la
custodia exclusiva frente a las 28 de cada 100 que optaron por la custodia
compartida.
Los padres, bajaron del 52% hasta
un 16% en custodia compartida, y de un 78% al 41% en custodias exclusivas, en
las que obtenían sólo un régimen de visitas.
Queda patente que, cuando un
progenitor o los dos deciden desde el inicio la opción de la custodia
compartida, los niveles de estrés son menores, que en los casos que optaron por
la lucha judicial por la custodia exclusiva.
También nos preocupaba el nivel
de consumo de alcohol y drogas (legales o no) en todas estas familias, y los
resultados fueron espectaculares, aunque no sin tener en cuenta que, en los
casos de custodia exclusiva, el dato sólo fue facilitado por una de las partes,
y no por ambos progenitores. Por ello, este cuadro debe ser tomado con esa
salvedad, y puede ser que los datos de la CE no sean del todo fiables, aunque sí
nos pueden dar una aproximación al problema.
Esta es una variables (problema)
que se oculta en todos los estudios de custodia de los niños que hemos revisado,
en todos los países.
Hemos hecho una variable
diferente sobre las drogas legales (medicamentos) y drogas ilegales (consumo de
hachís y cocaína).
Veamos el resultado:
Llama la atención el altísimo
consumo de todas las variables en las madres con CE, mientras que en las de
custodia compartida, sólo es alto el nivel de consumo de drogas legales
(medicamentos).
Queda asociado que a mayor
consumo de drogas y/o alcohol en las parejas, la forma de custodia por la que
optan es la custodia monoparental.
Y las que optan por la custodia
compartida, suelen ser más saludables en este aspecto del consumo de alcohol y/
drogas.
Nos llama mucho la atención que,
en estos casos, las madres tienen unos niveles de consumo de droga legales muy
parecidos, tanto en los casos de custodia compartida como en los de custodia
exclusiva.
Y llama también la atención el
alto nivel de consumo de alcohol tato en padres como en madres con sistema de
custodia exclusiva.
Este artículo intenta llamar la
atención sobre aspectos en los que apenas se entra en los procesos de
separación y/o divorcio, e incluso en los informes técnicos que se suelen usar
para otorgar un modelo u otro de custodia.
Para terminar, añadir que estamos
elaborando otro pequeño estudio sobre niveles más graves de salud mental de uno
u otro progenitor (o ambos), y los primeros datos son muy preocupantes.
Pero esto, será motivo de otro
artículo.
Sevilla. 2019
Publicado en Confilegal