lunes, 3 de junio de 2019

Problemas de salud mental y consumo de drogas y/o alcohol en casos de custodia de los niños


Problemas de salud mental y consumo de drogas y/o alcohol en casos de custodia de los niños

Hace unos años, hicimos un estudio longitudinal basado en las fichas de trabajo de las parejas yo personas que habían pasado bien por la escuela de divorcios (asoc. ProMedia de Sevilla) o bien por nuestro despacho, publicado en la revista Lex Family.
Usamos 378 fichas de familias con custodia compartida y 1.562 fichas de familias con custodia exclusiva materna y régimen de visitas de los padres.
Dejamos fuera las fichas de custodia paterna exclusiva, no sólo por su escasa relevancia (21 casos) sino además porque este tipo de custodia se daban en casos muy extremos de salud o situación social.
Este estudio, lo hicimos introduciendo los datos al comienzo del proceso, y más tarde hicimos una llamada para confirmar datos a los 2 y a los 3 años, desde la sentencia.
Gracias a la colaboración de voluntarios de Promedia y a las tarifas planas, pudimos hacer este tipo de seguimiento.
Buscábamos saber si uno de los miembros de la pareja (o los dos) tenía problemas de salud mental antes, durante o después del proceso de divorcio o separación en las parejas more uxorio.
Y nuestra sorpresa fue mayúscula cuando comprobamos los datos comparativos.
Hicimos una clasificación de parejas que habían decidido resolver su conflicto de forma que reorganizaron su vida con custodia compartida y los que no.
Como no somos médicos ni psicólogos, nos quedamos en la superficie de la definición de salud mental asociando la idea del estrés asociado al divorcio, en solo dos aspectos: la ansiedad y la depresión.
Y los datos resultantes fueron estos:



Está claro que los progenitores que se decidieron u obtuvieron la Custodia Compartida tuvieron un nivel mucho más bajo de ansiedad y/o depresión que las que se organizaron con custodias exclusivas y régimen de visitas.
Las madres con custodia compartida bajaron a los tres años desde el 67% al 28%, mientras que las madres con custodia exclusiva solo bajaron desde el 72% al 49%.
Esto es, que seguían teniendo altos niveles de estrés en más de la mitad de madres que optaron por la custodia exclusiva frente a las 28 de cada 100 que optaron por la custodia compartida.
Los padres, bajaron del 52% hasta un 16% en custodia compartida, y de un 78% al 41% en custodias exclusivas, en las que obtenían sólo un régimen de visitas.
Queda patente que, cuando un progenitor o los dos deciden desde el inicio la opción de la custodia compartida, los niveles de estrés son menores, que en los casos que optaron por la lucha judicial por la custodia exclusiva.
También nos preocupaba el nivel de consumo de alcohol y drogas (legales o no) en todas estas familias, y los resultados fueron espectaculares, aunque no sin tener en cuenta que, en los casos de custodia exclusiva, el dato sólo fue facilitado por una de las partes, y no por ambos progenitores. Por ello, este cuadro debe ser tomado con esa salvedad, y puede ser que los datos de la CE no sean del todo fiables, aunque sí nos pueden dar una aproximación al problema.
Esta es una variables (problema) que se oculta en todos los estudios de custodia de los niños que hemos revisado, en todos los países.
Hemos hecho una variable diferente sobre las drogas legales (medicamentos) y drogas ilegales (consumo de hachís y cocaína).
Veamos el resultado:


Llama la atención el altísimo consumo de todas las variables en las madres con CE, mientras que en las de custodia compartida, sólo es alto el nivel de consumo de drogas legales (medicamentos).
Queda asociado que a mayor consumo de drogas y/o alcohol en las parejas, la forma de custodia por la que optan es la custodia monoparental.
Y las que optan por la custodia compartida, suelen ser más saludables en este aspecto del consumo de alcohol y/ drogas.
Nos llama mucho la atención que, en estos casos, las madres tienen unos niveles de consumo de droga legales muy parecidos, tanto en los casos de custodia compartida como en los de custodia exclusiva.
Y llama también la atención el alto nivel de consumo de alcohol tato en padres como en madres con sistema de custodia exclusiva.
Este artículo intenta llamar la atención sobre aspectos en los que apenas se entra en los procesos de separación y/o divorcio, e incluso en los informes técnicos que se suelen usar para otorgar un modelo u otro de custodia.
Para terminar, añadir que estamos elaborando otro pequeño estudio sobre niveles más graves de salud mental de uno u otro progenitor (o ambos), y los primeros datos son muy preocupantes.
Pero esto, será motivo de otro artículo.
Sevilla. 2019

Publicado en Confilegal

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