sábado, 2 de diciembre de 2017

Estudio 2017 de violencias en la pareja

Estudio 2017 de violencias en la pareja

Hace muchos años desde que hicimos nuestro primer estudio sobre la violencia en las familias, y en particular sobre la violencia que sufrían las mujeres, en el seno de las familias.
Fue por año 1995, siendo el estudio que realizamos en 1998, publicado en el libro Familia y violencia por la editorial Dykinson, que sirvió de base para elaborar la primera ley de protección integral de las víctimas de violencia doméstica en España, que mas tarde dio lugar a la LO 1/2004.
Desde entonces, salvo pequeños estudios universitarios, apenas se han realizado en nuestro país estudios comparativos sobre la violencia que sufren hombres y mujeres en la pareja.
El Emakunde en 1997 y más tarde el Instituto de la Dona de Cataluña, hicieron estudios, que daban como resultado que el uso de los distintos tipos de violencia en el seno de la pareja, se producía justo en el momento de la separación de la pareja.
Pero todos estos estudios, son bastantes parciales y sesgados, incluso algunos de ellos, con datos falsos creados a propósito, para aumentar las estadísticas, así convencer a los gobiernos de que es necesario aumentar las partidas de dinero público par ello.
Por ello, tras el 25N de 2017, me he planteado hacer un pequeño estudio sobre 100 casos de rupturas de parejas de este último año, a cuyos datos hemos tenido acceso, por nuestro trabajo.
Estudios de otros países sobre el origen de la violencia y sus raíces, demuestran que existen leyes y usos sociales que propician la aparición de la violencia en la pareja. No es una cuestión social, sino que aquellas estrategias que producen violencia en la pareja, no han sido atacadas desde los poderes públicos y desde la política, que prefiere mantener dichas estructuras a prevenirlas, ya que la cultura del conflicto mueve mucho dinero y tras ella, se esconden muchos intereses económicos y políticos de control de la población. Los politólogos saben mucho de todo esto. Se están produciendo fenómenos en occidente muy parecidos a los que sucedieron en Rwanda en el conflicto entre hutus y tutsis. O se usan políticas como las que provocan desde hace décadas el enfrentamiento entre palestinos e israelíes, pero llevándolo a un enfrentamiento artificial entre hombres y mujeres. Un enfrentamiento que en realidad sólo beneficia a quien lo propicia. El movimiento obrero sindical es una institución que, prácticamente ha desaparecido en su lucha.
Llama mucho la atención cómo en estos tiempos en los que la juventud y la clase trabajadora esta siendo tan explotada y en el que ser mileuristas, se ha convertido en un deseo a alcanzar, los sindicatos usen la mayoría de sus recursos en los temas de igualdad de sexo.
A este paso, la lucha sindical quedará sólo para reivindicar que las mujeres, cobren el mismo salario mísero que los hombres. Bueno, esto ya es así.
En todo caso, se están usando las mismas herramientas para provocar y crear una guerra que antes no existía, como forma de controlar por el poder político, más y mejor, tanto a unos como a otros. Crea un enemigo a una parte de la población y ponte de su lado y así tengo la lealtad (voto) de esa parte de la sociedad, a la que he victimizado.
Pues, con este pequeño estudio, intentamos conocer cómo sufren violencia los hombres y mujeres del siglo XXI y cómo han cambiado las cosas.
De los 100 casos que hemos tomado de los dos últimos años, muchos son los propios clientes los que nos han dado los datos, pero la mayoría de los datos están sacados del estudio de los procesos judiciales y declaraciones de las víctimas, independientemente de que hayan sido creídas por los jueces, tras el proceso judicial. Al igual que se hacen con los datos de la violencia de género, en las que sólo importan los datos de las denuncias, pero no de las condenas o absoluciones y/o archivos.
Ha habido un gran vuelco social en la forma en que perciben los hombres lo que es el maltrato a una mujer, pero sobre todo, han comenzado a descubrir que ellos, también son víctimas de maltrato. Sufrir violencia de género femenino ha hecho que muchos hombres comprendan qué era y es la violencia tradicional hacia las mujeres.
Es aquello de ponerse en los zapatos del otro, ha traído consigo algunas consecuencias positivas, pero muchos hombres no terminan de romper su silencio.
Recuerdo, cuando hace muchos años, en particular sobre el año 1993, desarrollábamos encuestas y modelos de entrevistas para detectar situaciones de maltrato a las mujeres, que mucha gente nos trataba de exagerados cuando mostrábamos actitudes socialmente aceptadas, como violencia. Ahora nos pasa exactamente lo mismo, cuando hablamos de violencia hacia los hombres por parte de mujeres agresoras, y nos encontramos con una sociedad, que en general, se muestra escéptica ante el incremento de este fenómeno social.
Hace unos años, en 1997, me propuse descubrir si, también los hombres sufrían maltrato en la pareja.
Lo que no pude prever es que las cosas fueran tan lejos como han llegado.
Los datos son muy preocupantes y alarmantes.
Resulta, que cuando pasas a los hombres, la misma encuesta que las que se hacen a las mujeres, para detectar si sufren algún tipo de maltrato, nos dan un resultado oculto e invisible hasta ahora. Creo que ha llegado el momento de sacar a la luz los datos de este pequeño estudio y que son muy reveladores.
Nos hemos planteado el estudio sobre unas variables muy sencillas. Así, hemos usado estos tipos de violencias:
1.- La violencia física Puntual. Que es aquella que se produce justo antes o durante el proceso de separación de la pareja. En una discusión puntual se produce un empujón, o un golpe cuando hay un contacto físico.
2.- La violencia física habitual. Que es aquella que ha venido produciendo durante años en el seno de la pareja. Durante años, un miembro de la pareja usa la bofetada, el empujón, arrojar objetos o usa los golpes, en las discusiones de pareja. 
3.- La violencia psicológica puntual. Que es aquella que se produce justo antes o durante el proceso de separación de la pareja. Consiste en agredir psicológicamente a la pareja, para que pierda su autoestima y el valor de tomar decisiones. Provoca mucho miedo en la víctima.
4.- La violencia psicológica habitual. Que es aquella que ha venido produciendo durante años en el seno de la pareja. Es igual que la anterior, pero mas concentrada en el momento de la ruptura.
5.- La violencia económica puntual. Es la que se produce sobre el control del dinero durante el proceso o justo antes del proceso judicial. Por ejemplo, sacar todos los ahorros en el momento de la ruptura y dejar sin recursos económicos a la otra parte.
6.- La violencia económica habitual. Es la que se produce durante toda la relación. Se da en los casos de economías separadas. Es cuando un miembro de la pareja usa el dinero como forma de controlar a la pareja, convirtiéndola en dependiente.
7.-La violencia de una acusación falsa. Suele darse justo cuando la pareja se separa. Se suele usar la amenaza o el hecho de acusar de un falso delito a la pareja para tener el control del conflicto judicial.
8.- La violencia familiar extensa. Se produce durante la relación o mas usual durante la ruptura. Se suele utilizar a la familia extensa para crear conflictos o producir miedo en la pareja en el momento de la ruptura o antes.
9.- La violencia de alienación filio parental, Que es el uso de los niños como arma de un progenitor hacia el otro. Puede ser habitual o puntual en la ruptura.
10º.- La violencia institucional. Se suele producir a través de los Juzgados y de la Policía en el momento de la ruptura. Es cuando se usa mecanismos legales o policiales para tener controlada a la pareja.  Detención preventiva, acoso judicial, etc.
Y los escalofriantes resultados son estos:
Veamos primero los datos de las mujeres, teniendo como base a 100 mujeres en proceso de separación y/o divorcio:
Violencia sobre las mujeres
Física Puntual
87
Física habitual
46
Psicológica puntual
45
Psicológica habitual
21
económica puntual
25
económica habitual
38
acusación falsa
2
Violencia familiar extensa
17
alienación filio parental
12
Violencia institucional
21

Esto es, de partida 87 mujeres de las 100 entrevistadas, se quejaban de haber sido golpeadas en un hecho puntual o en una discusión puntual. No existía historia de violencia física antes o después de este hecho puntual. Y así, el resto de datos.
Veamos ahora los datos recogidos en las encuestas y datos recogidos a los 100 hombres, de estos mismos procesos:
Violencia sobre los hombres
Física Puntual
58
Física habitual
79
Psicológica puntual
92
Psicológica habitual
95
económica puntual
75
económica habitual
32
acusación falsa
67
Violencia familiar extensa
35
alienación filio parental
82
Violencia institucional
91

Los hombres, ya se atreven a hablar de cómo ha sufrido distintos tipos de violencia y cada vez este fenómeno va a ir visibilizándose más y más. Todo esto, nos debería hacer pensar que se han de tomar medidas para evitar las causas de que aparezcan toda esta violencia. A lo mejor, ahora que los hombres alzan sus voces como víctimas, seamos capaces de trabajar en la prevención de las raíces de la violencia.
Hasta ahora, la violencia de género sólo se ha estudiado desde la perspectiva del género femenino, que ha considerado sólo a las mujeres como víctimas. La incorporación de los hombres como víctimas a esta figura, nos va a dar una perspectiva muy distinta.
Existen organizaciones de hombres maltratados en muchos países, desde los de USA hasta Canadá, Australia, Austria, Suecia, La India, y otros.
En España, este movimiento de hombres maltratados, tiene su despegue en Sevilla en el año 2002, surgido de la escisión del movimiento de hombres por la igualdad (AHIGE, Heterodoxia y otros) pero sus voces han sido silenciadas desde entonces hasta ahora, en la que hemos visto cómo desde el cine se ha podido visibilizar este grave problema social. Muchos hombres de aquel movimiento de hombres por la igualdad, sufrían en sus carnes distintos tipos de violencias, pero desde aquel movimiento, se usaron las subvenciones para acallar el sufrimiento de los hombres que se acercaban a estas ONG. Por eso, el movimiento de hombres por la igualdad apenas llegan a un centenar de miembros en toda España, y en cambio las asociaciones de hombres víctimas de las políticas de igualdad, entendida como fomento de la discriminación positiva, van creciendo, año tras año.
El daño que ha hecho a la sociedad estos grupos de hombres por la igualdad, en los que todos sus miembros han terminado viviendo del dinero publico de una forma u otra, va a resultar muy costoso el curar sus heridas. Muchos de estos grupos han sido conformados por pederastas y, por hasta pedófilos condenados, como en el caso de Jorge Corsi.  
Afortunadamente, películas como “Culpables” de Tomas Aceituno, o el documental ”Silenciados” de Nacho González, que han salido a la luz pública pese a la censura sufrida por parte de instituciones y festivales de cine, que se autodefinen como defensores de derechos humanos, pero que realmente solo defienden unos intereses subvencionados desde la perspectiva de lo políticamente correcto.
Veamos los datos de este pequeño estudio sobre mujeres y hombres, pero ahora los vamos a ver juntos, para poder distinguir mejor qué está ocurriendo en España, para que haya tanta gente que esté pasando tanto miedo cuando llega una separación y/ divorcio.
En este último cuadro comparativo, hemos introducido la violencia sexual que se da cuanto se hace uso del sexo, como herramienta para controlar a la otra persona, en sus distintas formas.
Los resultados de estos 100 casos, son muy preocupantes:
 


Nos vamos a sacar muchas más conclusiones de estos datos, simplemente, los exponemos para provocar la reflexión, en cada lector.
Indicar por último, que nos hemos sorprendido mucho ahora, al igual que en nuestro estudio de 1998, publicado en 1999 de los datos de violencia sobre la mujer, en que nos sorprendió mucho el elevado número de mujeres que en aquellos años, sufrían miedo en el seno de su relación de pareja. Los datos recogidos en 2016/17, nos indican que estamos no solo muy lejos de haber conseguido que estos porcentajes bajen, sino que han aumentado espectacularmente, pero sobre todo, en el grupo de los hombres.
Por ello, la única conclusión que vamos a emitir, es muy simple:
En los últimos 20 años, el miedo que sienten las mujeres en sus procesos de separación por estar sufriendo o sufrir algún tipo de violencia, han bajado un 12%.
Sin embargo, el número de hombres que sienten miedo por sufrir algún tipo violencia antes o durante un divorcio o separación, se ha incrementado en algo más de un 42%.
A nivel europeo y recogiendo datos de instituciones privadas que estudian este fenómeno sin perspectiva de género femenino, nos dan un resultado que, debería hacernos pensar sobre qué se está haciendo tan mal.



Sevilla

Otoño de 2017.

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