viernes, 26 de febrero de 2016

España, Sobre los informes de los equipos psicosociales, en los divorcios.

Sobre los informes de los equipos psicosociales, en los divorcios.

En muchos más casos de los deseados, en los Juzgados españoles se adoptan modelos de reorganización de la vida de los niños tras la separación o divorcio de sus padres, de forma automática o estandarizada.
Venimos de una cultura de divorcio basada en una ley de 1981, que apenas ha sido modificada, porque en el fondo nuestro país sigue teniendo una interpretación muy decimonónica y machistas en la creencia de cómo se debe criar un niño: los roles tradicionales de género siguen estando presentes en casi todas las resoluciones judiciales.
Encontramos en muchas sentencias judiciales acepciones de tipo machista e incluso como ahora está de moda, se traslucen expresiones  “post-machistas”, que son aquellas actitudes e ideas, que aparentemente parecen igualitarias, pero que discriminan a la mujer por el hecho de serlo.
Los propios legisladores, al hacer modificaciones, tal como la de 2005 instada por el partido socialista, no pudieron evitar en ser tan machistas a la hora de modificar el artículo 68 del Código Civil, cuando habla de que los “cónyuges” deben compartir el cuidado de los hijos. Esto es, se basan en conceptos basados en la idea del matrimonio como estructura patriarcal básica para perpetuar la tradicional dominación del hombre sobre la mujer, dentro de una estructura que sigue siendo machista desde su origen, hasta la actualidad.
Los políticos y las políticas feministas, nos siguen haciendo creer que legislan conforme a criterio de igualdad de derechos, cuando la verdadera igualdad es aquella que consiste en la igualdad de trato.
El engaño del discurso actual de igualdad de trato, es la piedra angular del concepto actual de la discriminación positiva.  Tanto es así, que no se persigue la igualdad de trato entre hombres y mujeres, o entre negros o “morenos” y blancos, entre hetero y homosexuales, sino que se trata de superar con estas ideas de talante fascista, los complejos y la culpabilidad de base cristiana que está presente en nuestra sociedad occidental, por los abusos cometidos desde la época de los descubrimientos, hasta el colonialismo más terrorífico.
Esta reflexión, con la que muchos no estarán conformes, las realizo para que los lectores puedan comprender por qué en una sociedad supuestamente igualitaria como la nuestra sigue pensando que los niños son algo de lo que deben ocuparse las mujeres.
Así, aún en nuestro código Civil se sigue mencionando como ejemplo a  seguir, el de la figura de un buen padre de familia, en todo lo relacionado con los determinados aspectos económicos de dicho código.
Lo peor a mi entender, es que para intentar disfrazar el machismo estructural de los tribunales a la hora de aplicar leyes tan patriarcales como nuestro código civil, los Jueces y Magistrados, mas incluso las mujeres juezas,  siguen amparándose en los informes de “supuestos equipos
psicosociales” y digo supuestos, porque sus métodos, faltos de metodología y regulación, dejan mucho que desear.  Incluso algún miembro de estos equipos en nuestro país, ha sido acusado/a de abusos, acoso, y otro tipo de delitos, ya que no se exige formación alguna.
Como digo, los juzgados se amparan en las ideas post-machistas y patriarcales de éstos equipos, a la hora de decidir que los hijos deben ser criados por las madres. Como en la
mejor época franquista.
Esta forma de trabajar es la mejor forma de perpetuar el machismo de la sociedad, ya que como mantienen famosas feministas, tras todo chico o chica feminista ha habido una mujer que lo o la ha educado así. Los líderes políticos, tanto hombres como mujeres, sean de un partido o de otro, mantienen estos roles tradicionales de género.
Tanto es así, que las mujeres que lideran un proyecto político, mantienen las estructuras patriarcales muy similares a los reinados, tribunales de la inquisición, e incluso el propio ejército.
La supuesta lucha por la igualdad en una guerra artificial políticamente construida, no es una herramienta más al servicio de mantener las estructuras patriarcales de la sociedad.
Las mujeres aprenden los roles tradicionales masculinos, a la hora de tener una vida pública, sin ser capaces de desapegarse de su rol tradicional femenino.
Los hombres que se incorporan al mundo de la familia, se sienten  fuera de contexto, no obtienen ningún reconocimiento social, y a la hora del divorcio, es un infravalor incluso.
Así se deduce de miles de sentencias judiciales en los tribunales españoles desde los años 80 hasta la actualidad, salvo excepciones.
Por ello, en este artículo pretendo desarrollar una pequeña crítica a los equipos técnicos cuando llevan a cabo las evaluaciones de planes de crianza para padres (guarda y custodia y visitas) en un divorcio.
Creo que los profesionales de salud mental tienen que ser conscientes de existe multitud de factores en estos procesos, que nunca evalúan. Es mucho más cómodo hacer “lo
de siempre”.
Más que en cualquier otra forma de evaluación forense, estos peritos deberían  poseer conocimientos de los hallazgos más actuales de la investigación en el desarrollo, la psicología del comportamiento, la teoría del apego, y repercusiones tanto  económicas como  legales
a la hora de dar sus  opiniones ante un Tribunal.
No comprendemos cómo se desconocen los más de 1.000 estudios que existen en la literatura científica desde 1964 sobre la bondad de la custodia compartida de los hijos, e ignoran los más de 2.000 artículos y estudios publicados sobre los perjuicios de la custodia monoparental exclusiva y excluyente,  y como se siguen agarrando a ideas machistas que sustentan muy escasos estudios de universidades muy tradicionales, casi todas ellas, con base e ideas religiosas muy tradicionales.
Intento dar en estas  pocas líneas un pequeño análisis organizado  de la investigación actual y ofrecer recomendaciones específicas para la aplicación de estos hallazgos para el proceso de evaluación a la hora de decidir sobre cómo organizar la vida de los niños, cuando sus progenitores se separan legalmente.
Distintas ideas suscritas por diferentes expertos en el campo de la custodia de los niños, tales como el apego y el necesario contacto con ambos progenitores a la durante la noche a la hora de acostarlos, compartiendo con los niños desde muy pequeños, la dinámica entre los padres
divorciados y el potencial de los niños para la adaptación al nuevo medio, la necesaria crianza compartida de los niños, especialmente cuando poseen problemas médicos crónicos y/o trastornos del desarrollo, o casos en los que existe violencia doméstica durante la separación y el divorcio (96% casos), familias de padres o madres del mismo sexo y la necesaria reubicación y reordenación de la vida del conjunto de la familia.
La visión científica de los siguientes pasos, ayudará a los profesionales de salud mental forense, abogados, jueces, fiscales  y padres involucrados en un proceso de divorcio, a hacerse una mejor y cercana idea de lo que es mejor para garantizar la salud mental de los niños, tras
un proceso de separación de sus progenitores, y poder encontrar mejores soluciones en distintos casos.
Es fundamental intentar hacer un Plan de parentalidad  en el que se introduzcan evaluaciones en todos los ámbitos de la vida de los niños, con visión de futuro y de cara a evitar futuros problemas, como ocurre en la actualidad en más del 80% de los casos de custodia monoparental, por ello, creo que esta pequeña guía sería de lectura obligada para los profesionales de la justicia, los jueces y abogados de familia y otros profesionales que tratan de entender más acerca de la ciencia que nos sirve para evaluar mejor la  custodia de los niños.
Puntos a tener en cuenta, en mi opinión:
1º.- Es necesario estudiar el desarrollo de la personalidad de cada progenitor y de cada hijo, y
comprobar si existe un apego de los niños a uno o a ambos progenitores, y la necesidad de crear este apego antes de los tres años. También es muy importante comprobar las habilidades parentales y marentales y ver los apoyos familiares en el caso de ser padres primerizos.
2º.- Nunca se tiene en cuenta la disponibilidad de tiempo de los padres a la hora de fijar el reparto de los tiempos de cuidado de los hijos. Hemos visto custodias maternas, que la ejercían empleadas domésticas, y eso no tenía ninguna importancia, cuando el padre si disponía de tiempo de cuidado.
3.- Es importante evaluar la predisposición de ambos progenitores a cambar y sacrificar sus aficiones para implicarse en el cuidado de sus hijos. Habría que evaluar los proyectos de futuro de cada progenitor.
4.- Nunca se evalúa el efecto negativo para los niños de perder la presencia cotidiana en sus vidas de uno de sus progenitores. Ya sabemos que tiene efectos muy negativos en el desarrollo armónico del niño el que pierdan esos tiempos tan importantes como son el baño, cena, y contar cuentos a la hora de dormir.
5.- tampoco se evalúa la excesiva protección de los niños de algunas madres que, incluso  llegan a cosificar a los hijos en el proceso.
6.- Nunca se estudia ni se evalúa los proyectos de futuro de cada progenitor, y cómo van a afrontar el futuro dialogo y cooperación en todo lo relacionado con los hijos.
7.- Tampoco se valora la predisposición de uno u otro, o ambos progenitores en la tarea de sacar a los hijos adelante en común, y nunca se pone en entredicho a aquel progenitor que pone obstáculos a la cooperación en el cuidado de los hijos.
8.- Cuando se establece una custodia  compartida, nunca se hacen periodos de adaptación, esto es, sin poner en práctica nada, se  condena a la familia a una forma de custodia compartida inflexible y no experimentada (véase  sistema Coy&Sariego).
9.- Sería bueno establecer una evaluación de custodia compartida de facto desde medidas provisionales, para poder evaluar qué cosas funcionan y cuáles no, para depurarlas en la pieza principal.
10.- Sería necesario evaluar y fijar un sistema de control en los temas relacionados con la salud y la educación reglada de los hijos, estableciendo incluso programas futuros de reparto de estas tareas.
11.- Sería necesario plantear los pros y los contras, de los planes de crianza que plantea cada progenitor, y decidir sobre cual es el mejor o si es posible un consenso sobre ambos.
12.- Sería necesario investigar por qué un niño pequeño rechaza a un progenitor o por qué se pone enfermo cuando se tiene que ir a casa de mamá o de papá. Si se está interfiriendo de forma negativa por algún contexto familiar, y establecer control sobre estas interferencias
parentales o marentales.
13.- En los casos de niños con especiales necesidades, debería establecerse una coordinación y cooperación necesaria a ambos progenitores, so pena de adoptar medidas cautelares ante la negativa de dicha cooperación y coordinación.
14.- En los casos en los que uno de los progenitores tenga algún trastorno mental, sería necesario contar con el apoyo del contexto familiar extenso para controlar dicha situación.
15.- Debería hacerse una relación de todas aquellas tareas relacionadas con los hijos, en los que los pares deberán acudir juntos o cooperar.
16.- Se echa de menos que se establezca cómo organizar la economía familiar para poder mantener los dos hogares, y la reorganización de la economía familiar para buscar
ahorros necesarios. Los trabajadores sociales nunca hablan de ello.
17.- Es fundamental hacer evaluación de los casos de alienación parental o de los hijos hacía los progenitores. Es fundamental adoptar medidas urgentes a fin de evitar dicha alienación., antes de que sea demasiado tarde.
18. En los casos de violencia doméstica, habría que traspasar el caso a un equipo especializado en tratamiento de este tipo de comportamientos. En todo caso, si la terapia no funciona, los equipos deberían exigir que los niños se vayan a vivir con terceras personas, hasta que la
pareja sea dada de alta, y establecer mecanismos de control tras la separación una vez que recuperen el padre y la madre el contacto con los hijos.
19.- En el caso de parejas no casadas o no convivientes, los anteriores puntos son muy necesarios, y en las parejas de familias homoparentales, es fundamental que los niños sigan las mismas pautas hacia una crianza compartida.
20.- En todos los casos es importante trabajar sobre los aspectos culturales de cada progenitor, y adoptar medidas de cara a evitar la sustracción física o emocional de los hijos,  Y en el caso de las nuevas parejas, éstas deben pasar por las mismas evaluaciones que los progenitores de
los hijos.
21.- Es fundamental establecer cómo orientar a las parejas a centros de mediación y/o terapia en los casos de futuros problemas o conflictos. Se considera que las escuelas de padres y madres son las mejores herramientas para ello.
22.- El mejor interés de los hijos, pasa antes por buscar el mejor interés de los progenitores, que son al fin y al cabo los que van a  tenerlo que criar el resto de sus vidas. Cualquier evaluación que perjudique a un progenitor frente al otro, estará abocado al fracaso en la defensa del beneficio de los hijos
En definitiva, los equipos psicosociales se le debería exigir que en la realización de evaluaciones de planes de cuidado y crianza de los hijos, que deban evaluar todos estos factores arriba descritos de forma somera. Y sería necesario que estuvieran al día en las últimas investigaciones existentes sobre que es mejor para los niños en los casos de separación de los padres y no como hasta ahora que se basan en estudios desfasados.
Termino este artículo haciendo una pregunta-reflexión que vengo haciendo desde hace años a estos equipos psicosociales:
¿Cómo es posible que recomienden custodia compartida en vacaciones y no es resto del tiempo, cuando los niños van al colegio, justo cuando es más necesaria la cooperación
de ambos contextos familiares?
José Luis Sariego Morillo
Abogado de Familias

Sevilla enero 2016.-

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